Situada en Antigua Guatemala, la aldea Santa Catarina Bobadilla no solo es conocida por su historia y sus tradiciones religiosas, sino también por la dulzura artesanal que la distingue. Sus calles empedradas y la plazuela, coronada por su fuente colonial, sirven de escenario para una herencia que ha pasado de generación en generación: la elaboración de dulces típicos guatemaltecos.

Un arte que se conserva en las cocinas familiares

La preparación de dulces en Santa Catarina Bobadilla es un oficio transmitido de madres a hijas, donde las recetas se mantienen casi intactas desde la época colonial. Ingredientes como panela, canela, coco, frutas de temporada y leche fresca son protagonistas, y el trabajo es completamente artesanal: se cocina a fuego lento, se remueve con paciencia y se deja reposar para lograr texturas y sabores perfectos. Durante las fiestas patronales y las procesiones de Semana Santa, la aldea se llena de aromas dulces que invitan a probar y llevar a casa un pedazo de tradición.

Delicias que no puedes dejar de probar

Entre los dulces más reconocidos de la comunidad se encuentran:

  • Cocadas: ralladura de coco cocida con azúcar y canela, dorada y aromática.

  • Canillitas de leche: suaves, hechas con leche, azúcar y vainilla, moldeadas a mano.

  • Conservas de fruta: higos, jocotes o mangos cocidos en miel de panela.

  • Pepitoria garapiñada: semillas de calabaza cubiertas con caramelo crujiente.

  • Nuégados: bolitas fritas bañadas en miel espesa.

Estos dulces no solo son un deleite para el paladar, sino también un símbolo de hospitalidad. Cada bocado guarda una historia de comunidad, fe y celebración.

Un motivo más para visitar la aldea

Quien recorra las aldeas de Antigua Guatemala encontrará en Santa Catarina Bobadilla una parada obligatoria para probar estas especialidades. Más que un postre, son parte del alma de la aldea: pequeñas joyas que conservan el sabor auténtico de la tradición guatemalteca.