Un legado artesanal con raíces coloniales

La cerámica en San Felipe de Jesús, Antigua Guatemala, forma parte del patrimonio cultural de la comunidad. Desde tiempos coloniales, los pobladores han trabajado el barro para crear utensilios de uso cotidiano como ollas, comales y tinajas. La calidad de la arcilla local permitió desarrollar piezas resistentes y útiles, convirtiendo esta tradición en una actividad económica y cultural que ha perdurado hasta la actualidad.

Técnicas transmitidas de generación en generación

Los artesanos de San Felipe de Jesús aprendieron sus técnicas de manera familiar, transmitiendo conocimientos de padres a hijos. Al inicio, las piezas eran moldeadas a mano, pero con el paso del tiempo se incorporaron tornos de alfarero que facilitaron la creación de formas más finas. El proceso continúa siendo artesanal: el barro se moldea, se deja secar al sol y luego se cuece en hornos de leña, lo que otorga los característicos tonos rojizos. En épocas más recientes, algunos artesanos han añadido acabados vidriados y decoraciones pintadas, lo que transforma cada pieza en una obra de arte.

Identidad cultural y atractivo turístico

Hoy en día, la cerámica de San Felipe de Jesús no solo cumple un propósito utilitario, sino que también es un reflejo de la identidad cultural de la comunidad. Los visitantes pueden apreciar cómo las familias continúan trabajando el barro con técnicas ancestrales y adquirir piezas únicas que combinan tradición y creatividad. Este arte complementa las visitas religiosas y naturales del lugar, convirtiéndose en una experiencia auténtica para quienes buscan descubrir las expresiones culturales de Antigua Guatemala.